Bonita historia que debéis conocer para cuando vayáis en vuestro viaje a Laponia a la casa de Papá Noel. Era Nochebuena y Mamá Noel estaba preparando el traje nuevo para Papá Noel. Después, fue a ver qué estaban haciendo los nueve renos. Todos estaban bien y preparados para volar toda la noche desde Laponia a todo el mundo.
Les preguntó:
¿Estáis listos?
¡Sí! – contestaron todos a la vez.
Mamá Noel se aseguró de que todos los renos estaban bien y se fue a despertar a Papá Noel , porque ya había dormido toda la mañana.
Entró en la habitación, encendió la luz y dijo:
Despierta, dormilón.
Me duele mucho la cabeza- dijo Papá Noel.
Voy a traerte una pastilla – le dijo Mamá Noel saliendo de la habitación.
Mamá Noel se fue a la cocina, para coger del armario una pastilla. Cogió la pastilla y un vaso de agua y se los llevó a Papá Noel.
Si tomas esto ya no te dolerá la cabeza. – le dijo Mamá Noel a Papá Noel cuando entró en la habitación.
Mamá Noel le dio la pastilla a Papá Noel y él se la tomó.
Ahora te dejo descansar media hora.-le dijo Mamá Noel a Papá Noel y salió de la habitación.
Pasó media hora y Mamá Noel fue a despertarle pero él seguía dormido. Mamá Noel lo intentaba echándole agua fría a la cara y muchas cosas más, pero Papá Noel no se despertaba.
Mamá Noel se fue a los renos a preguntarles qué podían hacer, pero a ellos no se le ocurrieron nada más de lo que Mamá Noel ya había hecho. Mamá Noel se ha ido a la cocina y miró las pastillas otra vez y vio que esas pastillas eran para dormir.
Se fue corriendo a decírselo a los renos. Ellos le dijeron que sabían todos los sitios donde había que llevar regalos y que ella podría acompañarles.
Mamá Noel dijo que sí y se fue a coger el traje de Papá Noel. Se vistió y se puso el gorro y vio que se le veía el pelo y la gente habría visto que no es Papá Noel. Se cortó el pelo y se peinó como Papá Noel. Cuando miró al espejo, vio que todo estaba perfecto, solo que no tenía barba. Pensó cómo podría tener barba. Se le ocurrió cortar la de Papá Noel y pegársela a ella.
Y así lo hizo. Se miró otra vez al espejo y vio que ahora todo estaba bien.
Corrió hacia donde estaban los renos y preguntó:
¿ Y ahora qué hay que hacer?
Tienes que atarnos al trineo. – contestaron los renos.
Mamá Noel los ató. Después, preguntó de nuevo:
¿Y ahora?
Tienes que poner todos los regalos en el trineo.
Mamá Noel lo hizo, pero duró mucho tiempo. Los tenía que poner de uno en uno, ya que no encontraba el saco. Mamá Noel preguntó:
¿Y ahora ?
Ahora, tienes que subirte al trineo – le contestaron los renos.
Mamá Noel y los renos volaron toda la noche llevando regalos por todo el mundo. Al final, consiguieron llevar todos los regalos.
Al día siguiente en Navidad, Papá Noel se despertó y recordó que no había llevado los regalos. Corrió hacia la caseta que estaba al lado de su casa y vio que ya no había regalos. Después, se fue a la cocina y le preguntó a Mamá Noel:
¿Dónde están los regalos?
Los he llevado yo. – le contestó Mamá Noel.
¿Tú? Pero, ¿cómo? – le preguntó de nuevo Papá Noel.
Es una historia muy larga…
Los viajes a Laponia con niños son una de las experiencias más inolvidables que podrás disfrutar y que toda la familia recordará para siempre. La Navidad en Laponia es una época de gran importancia, no solo por ser el hogar del personaje más famoso de la Navidad, Papá Noel, sino por todo lo que significa esta época festiva. La magia comienza en cuanto empiezas a preparar el viaje a Laponia, especialmente si viajas con niños, puesto que te hará sentir emociones y vivencias inolvidables. Parece increíble que en poco más de cuatro horas de vuelo directo podamos disfrutar de un entorno tan único e irrepetible, donde toda la familia podrá participar en actividades y excursiones sensacionales… una aventura extraordinaria en el Círculo Polar Ártico.
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